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Mi perro muerde. Protección de recursos.

De repente

Tal vez es la primera vez que oyes hablar de este término: “Protección de recursos” pero puede que no sea la primera vez que tu perro te gruñe no dejando que te acerques a algún lugar, o incluso puede que súbitamente te haya rozado con su hocico a modo de aviso por algo que has hecho inadvertidamente. Aunque hasta ahora no haya sido el tipo de perro que muerde, por decirlo de alguna manera.

O de repente tu perro se sube al sofá y te gruñe amenazadoramente porque te acercas.

Y esto así, inesperadamente (aparentemente).

perro muerde

Identificar el problema

Antes de nada, es importante identificar el problema, porque sí tiene importancia y mucha.

Si tu perro se tensa en situaciones cotidianas sin importancia, como con la comida, en el sofá o en la cama, si no te deja pasar por una puerta, debemos prestar la atención que se merece. Si no se puede transformar en un problema de convivencia con consecuencias más graves, como gruñidos amenazantes o incluso comportamientos más agresivos, como por ejemplo cuando el perro muerde.

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Lenguaje canino.

Es de vital importancia llegar a entender el lenguaje canino porque puede ser la diferencia entre que el perro esté avisándonos de su intención de evitar un conflicto y que se llegue a enfrentar a lo que él considera un problema.

Por eso es muy importante identificar las señales que nos da.

Fijémonos si pasa de un estado relajado a uno más tenso frente a ciertas situaciones.

Señales

¿Qué señales está emitiendo el perro?  ¿Qué quiere que sepamos?

Normalmente se trata de evitar un conflicto y lo hace utilizando su lenguaje corporal, es decir nos invita a evitar una situación que a él le genera un conflicto.

¿Cómo? se quedan rígidos, inmóviles, quietos, pueden girar la cabeza de lado, incluso mirar de reojo. Si se trata de comida pueden poner la cabeza tensa encima del plato de comida, llegando a una rigidez completa, como si se congelasen.

Esto sin duda nos debería llamar la atención y dejar de hacer de inmediato lo que estemos haciendo, es decir, atender y responder esas señales.

¿Qué necesita el perro?

Nos puede estar diciendo que necesita espacio y deberíamos dárselo. Por ello conocer el lenguaje del perro es importante para entender lo que está necesitando. Entrar en conflicto con él solo nos puede traer problemas y es arriesgarse a una posible agresión (como cuando el perro muerde) por su parte y a un conflicto sin necesidad.

Evitemos el vocabulario que implique autoridad o por el contrario permisibilidad, empecemos con términos como:  cooperación, colaboración y enseñemos al perro como solucionar ese conflicto de manera no agresiva.

Enseñar al perro

Cuando hay agresión (como una mordedura) el vínculo se rompe, es decir la confianza, la afinidad se pierde, y esto simplemente no puede suceder.

El perro tiene un conflicto y no tienen muchas estrategias a la hora de solucionarlo de manera no agresiva. Avisa un par de veces con gruñidos, por ejemplo, y a la tercera si no lo hemos entendido utilizará señales más rudas que conocemos como señales de agresión; se les eriza el pelo, posición de ataque o lamentablemente cuando el perro muerde.

Protección de recursos.

La protección de recursos se trata de situaciones que son importantes para el perro, como por ejemplo la comida, el descanso (su cama, la del dueño, el sofá o incluso debajo de la cama del dueño) inclusive el mismo dueño puede ser un “recurso”.

Por ejemplo, al saludar al vecino el perro se tensa y le ladra. En realidad, el perro está protegiendo a su dueño (a su compañero de vida) de gente extraña, está protegiendo a su “recurso” protege algo que es muy valioso para él.

perro muerde

Identificar sus recursos.

Un recurso para un perro es algo muy valioso como lo es la comida. Para el ser humano equivaldría al dinero y como nosotros protegemos, por ejemplo, nuestra cuenta bancaria ellos protegen su comida…

Trabajar la protección de recursos.

Primero se debe evitar situaciones donde el perro no pueda o sepa gestionar un conflicto, como, por ejemplo, cuando llega el repartidor de comida. En este caso la mezcla del olor, que es muy excitativo para un perro, y la presencia de una persona extraña a la casa, hace que se pueda activar la protección de recursos.

Por ello debemos trabajar la señal “sitio”. Si no la conocéis, en breve escribiremos un post donde os detallaremos como trabajarla.

Si no se ha trabajado esta señal, debemos evitar la situación.

Una vez bien entrenado, podemos subir de nivel y realizarlo cuando haya un estímulo apetitivo potente, como el repartidor comida. Tan pronto llame al timbre llevarlo a su lugar con la señal “sitio”.

¿Cómo evitar una situación potencialmente “peligrosa”.

Evitando que el perro se encuentre en esta situación. Volviendo al caso anterior, 15 minutos antes podemos llevar el perro a un lugar donde no tenga acceso a ese sitio y para hacer la separación del dueño lo más llevadero posible, podemos ofrecerle un snack de larga duración como por ejemplo una oreja seca de vaca, nervio de toro o un juguete rellenado de comida. Así no estará pendiente del repartidor.

De esta manera se quedará tranquilo hasta que el repartidor se haya ido y hayamos recogido la comida.

Se quiere conseguir que el perro esté tranquilo en su sitio y no entre en conflicto con nosotros cuando haya comida. Si se practica esta señal de manera frecuente haya comida o no, lo conseguiremos.

Perros adoptados

En el caso de los perros adoptados debemos tener en cuenta que posiblemente la comida haya escaseado con lo que lo hace un recurso aún más valioso, más que para un perro que no haya pasado hambre.

También hay que tener en cuenta que si hay niveles altos de ansiedad o stress aumenta la protección del recurso comida porque hay una mala gestión de una situación cotidiana.

Prácticamente todos los perros son hambrones, es por ello por lo que trabajamos sobre todo con comida, aunque también lo podemos hacer con juegos, vínculos, o actividad social.

Los perros son carnívoros y en estado natural tienen que cazar, rastrear, basurear para encontrar comida y para ellos no es fácil encontrarla por eso se suele trabajar con ella.

De hecho, cuando un perro no es hambrón se debe posiblemente a que sufre de ansiedad o stress,

Por lo tanto, cuando descubrimos un comportamiento no deseado como tensión, gruñidos, miradas de reojo, se debe dar siempre la importancia que requiere y ponerse a trabajar con ello para no llegar a que el perro muerde…

Órdenes y señales:

La señal “sitio” es por lo tanto una vía de escape para el perro y para nosotros. Otra señal que conviene trabajar es la señal: “deja” para que el perro deje de hacer lo que está haciendo en ese momento cuando se lo pidamos.

La señales deja, suelta y sitio son fundamentales y también hablaremos de ellas más en detalle próximos posts

Y para terminar os aconsejamos dejar comer tranquilo al perro. Cuando más alejados estemos de su lugar de comida, mejor y enseñarle, por lo tanto, donde tiene que estar cuando venga gente a casa.

Este artículo divulgativo trata de casos generales.

Si tienes problemas con tu perro te aconsejamos que contactes con nosotros para que podamos estudiar tu caso en concreto y ayudarte de manera personalizada lo antes posible.

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