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Educar al perro a hacer sus necesidades

 

Desde que el cachorro nace, es la madre la encargada de mantener el cubil limpio de orines y defecaciones. Los primeros días de vida, la madre lame muy a menudo a los cachorros para mantenerlos limpios y para estimularlos. También lame la zona anal para provocar la micción y defecación del cachorro y además, se come los excrementos evitando moscas y otros insectos infecciosos y también para recibir algo de alimento extra. De esta forma, el cachorro va creciendo en un ambiente limpio y empieza a aprender un hábito saludable, la higiene.

Según crece el cachorro, aumenta su autonomía e interés por explorar y comienza a seguir a la madre fuera del cubil dando como resultado las primeras defecaciones y micciones en un lugar adecuado. Cada vez que la madre sale del cubil, el cachorro la sigue; la madre sale del cubil además de para comer, para miccionar y defecar. A medida que va pasando el tiempo, el cachorro empieza a habituarse a que el cubil es un lugar limpio donde se come y se duerme y da lugar a que busque alternativas para mantener el cubil limpio, es decir, se habitúa a hacer sus necesidades fuera del cubil.

Debemos tener en cuenta, una vez que el cachorro está en nuestro hogar, que todo cambia; es un lugar nuevo y no tiene ninguna referencia que le indique donde defecar o miccionar. Por lo tanto, le acomodaremos un nuevo cubil, lo usará para comer y dormir tal y como le enseñó su madre y por la habituación que ha llevado hasta el momento el cachorro, buscará un lugar para defecar y miccionar, seguramente nada más salir del cubil tal y como hacia en su anterior hogar.

Vamos a describir por pasos el adiestramiento para enseñarle a eliminar en un lugar correcto.

Paso 1. Designar un lugar donde el cachorro pueda eliminar. Como todavía será pronto para sacar al cachorro a la calle a eliminar, diseñaremos un lugar lo más parecido posible al lugar donde queremos que lo haga cuando sea adulto.

Paso 2. Designaremos un lugar donde el perro pasará períodos cortos de tiempo. Este lugar debe ser confortable para el cachorro; un transportín sería lo ideal. Cada vez que le pongamos en este lugar, DEBEMOS estar vigilando al cachorro. Lo ideal sería tenerlo en el transportin con juguetes rellenables de comida, y nada más intuir que el cachorro quiere defecar u orinar, ir corriendo a ponerlo en el lugar que tenemos designado a este fin y no lo haga en ningún otro. Le daremos la orden de pis-pis y si el cachorro lo hace, le daremos tres premios seguidos y lo animaremos con un tono de voz aguda y muy amigable. De esta forma, el cachorro asociará la acción de evacuar en ese lugar con la consecuencia de recibir premios y halagos de su dueño.

Los cachorros eliminan muy a menudo; normalmente orinan después de comer y beber, en momentos de mayor excitación, cuando juegan, llega gente a casa, pasados unos treinta segundos después de haberse despertado (cualquier sueño) y tras minutos después puden también defecar. Así que el éxito de que defeque u orine en el lugar correcto, debes provocarlo tu poniéndolo en el lugar correcto en el momento preciso, sabiendo ya lo que acabas de leer. Cada vez que el cachorro elimine en un lugar inapropiado, pierdes una oportunidad para premiar que lo haga en el lugar elegido y también la oportunidad de que el cachorro aprenda a hacerlo correctamente.

Paso 3. Área en donde el cachorro pasará períodos largos y sin supervisión. Elige un lugar donde el cachorro esté cómodo, con su camita o transportín abierto y agua a disposición y que pueda o esté cerca y tenga acceso al lugar para eliminar. Lo ideal seria como se muestra a continuación.

Hay que preparar un área donde el cachorro pasará períodos largos sin supervisión. Elige un sitio donde el cachorro esté cómodo, con su camita o transportín abierto con agua a su disposición y que no pueda coger nada que pueda destrozar, solo sus juguetes. Debe tener acceso al lugar para eliminar. Lo ideal sería como se muestra a continuación.

Debe estar preparada de tal forma que el cachorro no pueda salir de esta área – área de confinamiento no vigilada – para que no elimine en ningún otro lugar. El cachorro estará aquí siempre que no le podamos vigilar o no estemos en casa.

El área para eliminar será siempre el mismo, tanto si lo dejo en el área durante períodos cortos o largos.

Paso 4. Cuando el cachorro ya pueda bajar a la calle y explorar, pero aun no tenga suficiente aguante como para quitar el área para eliminar, simplemente dejaremos de premiar en el área de eliminar (casa) y premiaremos en la calle. Aplicaremos el paso 2 teniendo en cuenta que ahora la calle es su lugar para eliminar correctamente.

Paso 5. Si ha eliminado correctamente en la calle, entonces le daremos un paseo, sólo cuando haya eliminado, empieza el paseo. De esta forma no sólo asociará que orinando y defecando en la calle recibe premio, sino que empieza un gran paseo. De esta manera, también será lo primero que haga nada más salir a la calle.

Con el tiempo, el cachorro irá aprendiendo que es más divertido hacer sus necesidades en la calle que en casa, ya que trae más refuerzos positivos en forma de premios, juegos y paseos.

IMPORTANTE MANTER UN HORARIO Y RUTINAS DE SALIDAS desde que el cachorro puede salir a la calle a hacer sus necesidades. Esto proporciona seguridad al perro y le garantiza que todos los días podrá tener acceso a su lugar de micción y defecación.


Por Alicia de la Calle
www.adiestralo.com

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