El correcto uso de los collares tipo Halti

El collar Halti, también se llama ronzal o de cabestro. Lo denominaremos Halti por ser esta marca el que lo ha difundido (junto a Gentle Leader), y también por ser recomendable por su calidad. Su concepto se acerca al de la cabezada de un caballo.

No podemos imaginarnos un caballo con un collar que le permita traccionar desde sus hombros,tipo petral. Nos arrastraría sin esfuerzo. Eso es lo que hacen los perros con collares de cuello.

En especial a los perros que los adiestradores llamamos “de cuello fuerte” (que no son otros que aquellos que, a fuerza de soportar mucha presión en su cuello, generalmente por ser adiestrados  con técnicas tradicionales, se han insensibilizado en esta zona) y no les cuesta esfuerzo tirar desde sus hombros. Por eso los perros potentes y pesados, insensibles en su cuello deciden “ir a oler nosequé” y se llevan arrastrando a mamá, al niño o a la abuela, sin ningún esfuerzo.

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El adiestrador tradicional, en estos casos, suele recomendar el collar de púas. No cuenta al cliente que, con seguridad, si el perro sigue “tirando de su cuello”, en pocas semanas, su insensibilidad volverá a ser la misma, con collar de púas y todo, y podrá volver a arrastrar a la abuela.

En general, el collar Halti se puede recomendar para todos los perros potentes, o ya viciados a otros métodos, pero en general es una herramienta muy útil y efectiva.

Funcionamiento.

Físicamente, en la foto se deduce su funcionamiento.
Cuando el perro tira, dado que la musculatura sobre la que acciona el punto de sujeción de la correa es la del cuello, el tirón produce que su cabeza se acerque a nosotros y el resto del cuerpo se separe.

Además, tiene un ligero dinamismo de cierre en las tiras de la boca, lo que produce que haya una pequeña comunicación positivo-negativo sobre la acción de tirar-no tirar. Este movimiento, lejos de las sensaciones del tirón en un collar estrangulador, también abre y cierra, y esto ayuda a un rápido condicionamiento.

La tira inferior, únicamente sirve para soportar la anilla de sujeción, y fijar el Halti a su collar habitual (para que no se lo saque al traccionar hacia atrás).

Pros y contras.

El collar Halti tiene, como todo, ventajas e inconvenientes.

Uno de las mayores ventajas, es que es mucho más fácil conseguir la atención del perro con ellos, además de no trabajar con fuerza física. El hecho de que el perro no pueda tirar es importante, sobre todo porque cuando tira, su cabeza se vuelve hacia nosotros. Por tanto, nos es muy sencillo captar su atención.

Podemos aprovechar más fácilmente las posibilidades de reforzar o comunicarnos, en especial en perros adolescentes, con captación de atención más difícil.

Lo más importante, dejan de tirar inmediatamente. O al menos, nos resulta mucho más fácil controlarlos que antes, sobre todo con perros que entrañan mucha dificultad en este sentido.

Uno de sus inconvenientes es que sus tiras pueden tender a producir rozaduras en perros sensibles de piel. También les limita que son incompatibles con el uso de correas extensible, tipo Flexi. Si el perro llegase con velocidad al final de la correa, podría lesionarse en el cuello. Cuidado con esto. No se puede usar ni con cuerdas largas, ni con correas extensibles.

Por lo demás, en un correcto uso, son muy seguros y no se conocen lesiones más que en los supuestos que detallamos.

Otro inconveniente, motivación de la idea de escribir este artículo, es que requieren una correcta habituación. Son muchos los compradores de estos collares que a los pocos días desechan su uso, por no haberlos habituado correctamente.

Habituación a su uso.

La duración de las fases depende de cada perro, pero podemos pasar a una fase superior cuando comprobemos que su comportamiento ante el material es natural y confiado.

Presentación del material.

Empiezo reforzando con pequeños trocitos de Frankfurt para que el perro nos permita colocárselo. Le condiciono a que me coja un pequeño premio a través de las tiras del Halti. Un par o tres de veces al día, durante 4 o 5 días, dependiendo del perro. Enseguida empieza a ser un juego para el perro.

Colocación sin correa.

Cuando ver el Halti y coger la comida notando las tiras en su hocico es natural para él, se lo coloco únicamente en el momento en que el perro come su ración diaria.
Normalmente no pone problemas para soportar llevarlo mientras come. De hecho, lo asocia al momento de comer y suelen colaborar bastante a la tercera o cuarta repetición, al ponérselo para comer. Inmediatamente que ha acabado de comer, lo quito. Este proceso puede durar unos días más.

También podemos aprovechar posteriormente a ponerlo cuando juguemos con pelota o motivador, sin atarlo a la correa. Así, progresivamente, intento que en ciertos momentos del día, sin atarlo a ninguna correa, se acostumbre de forma natural, desde el primer momento, a sentir la sensibilidad del collar, mientras efectúa ejercicios positivos.

Habituación a la correa.

La colocación correcta, al principio, es la que veis en la foto. Entendemos que ya ha pasado las fases en que es un problema colocárselo. Entendemos que en este momento, llevarlo es algo natural para él. Si esto no es así, deberemos trabajar aún en las dos fases anteriores, y si hemos de comenzar de nuevo, podemos hacerlo.

Este punto ha de estar claro antes de enganchar a una correa la anilla de sujeción del Halti. Evidentemente, nos será casi imprescindible comprar una correa de adiestramiento, de las que llevan mosquetones en las dos puntas, y tiene un largo de 1,80 o 2 metros.

En el caso de que el perro tire, deberemos aguantarlo de la mano derecha, no vamos aún a dejar que el Halti trabaje.

Debemos estar un par de días aún, llevándolo como siempre hemos hecho, del collar. Por tanto, nunca debemos en esta fase dejar que la mano izquierda (la que soporta el Halti) se tense, es imprescindible que la correa que soporta al Halti vaya siempre destensada.

Pasearemos por la calle de esta forma, con una pieza de la correa en cada mano, y dejando que, cuando el perro no tira, sienta que está llevado por el Halti, y cuando tira, lo soporta su collar de siempre.Con el paso de las sesiones de práctica, poco a poco iremos trabajando más con el Halti y menos con el collar (más con la mano izquierda y menos con la derecha), y cuando el Halti deba actuar deteniendo al perro, aprovecharemos para darle un refuerzo positivo (premio, trocito de Frankfurt, etc.).

Aunque parezca lo contrario, no estaremos reforzando que el perro tira, estaremos reforzando que cuando el Halti actúa, sucede algo positivo. Entendemos que en este punto, ya estamos suprimiendo casi totalmente el trabajo con el collar (casi no hemos de accionar la mano derecha).

Poco a poco, podremos conseguir que únicamente colocaremos la correa en la anilla del Halti, y podemos pasear con él sin problemas, siempre reforzando en los momentos en que lo creamos necesario, con algún pequeño trocito de premio apetitoso.

Si llegamos a este momento con éxito, podremos enseñar muy fácilmente a que el perro camine junto, siguiendo los parámetros que se explican en el artículo Técnica del giro en «U»  para que el perro no tire de la correa.


Por: Ernest Belchi
E-Mail: capitancan@gmail.com
Web: https://capitancan.com/

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