Cómo Socializar un perro adulto

Se habla mucho de la socialización del perro, pero está mal empleado, puesto que socializar es “transferir al estado u otro órgano colectivo, las propiedades, industrias, particulares, etc. Correctamente deberíamos hablar de Sociabilizar, del adjetivo sociable, “Hacer sociable a alguien o algo, acostumbrarlo a vivir en sociedad y seguir sus normas sociales.”

Debemos empezar a emplear la palabra sociabilizar para referirnos a perros que durante el resto de su vida van a estar en nuestra sociedad y por tanto necesitan convivir entre nosotros y respetar nuestras normas de convivencia.

Estamos acostumbrados a sociabilizar a cachorros cuando llegan a casa y de mejor o peor manera conseguimos que se adapten a nuestra sociedad y convivencia. Iniciar la sociabilización con cachorros es lo más aconsejable, puesto que hasta los cuatro meses, es mucho más fácil y natural adaptarlos a nuestra sociedad que es en la que ellos van a vivir.

Gracias a las protectoras y perreras mejoramos la vida de muchos perros que han estado encerrados en casas, fincas, o abandonados en el campo y estos perros también necesitan ser introducidos en la sociedad para llevar la vida que tanto se merecen.

Pasos a seguir cuando introducimos un nuevo miembro de la familia en casa:

Dejar explorar el nuevo entorno sin presiones, ni exigencias. Cuando lleguemos a casa, le dejaremos tranquilo, sin seguirlo ni llamarle continuamente. Ha de poder adaptarse y descansar tranquilamente como, cuando y cuanto quiera. Estar pendiente de él continuamente es contraproducente, puesto que le damos una atención que no mantendremos en el tiempo y reducimos su nivel de seguridad en el entorno, ya que no aprende a investigar sin supervisión. Para evitarle lesiones innecesarias debemos retirar todo lo peligroso que esté a su alcance.

Las salidas a la calle han de ser tranquilas y cortas: Para que su nivel de estrés no aumente demasiado. Durante las primeras semanas las salidas no deben sobrepasar los 20 minutos, cuanto más repeticiones a lo largo del día mejor. Saliendo muchas veces al día conseguiremos que se acostumbre a su nuevo ambiente así como que empiece a entender que en la calle se hacen sus necesidades. Es muy importante que a la vuelta de las salidas, el perrete descanse puesto que durante el sueño se produce interiorización del aprendizaje y así puede ir avanzando en la sociabilización.

Durante la salidas a la calle debemos premiarle muchas veces: La calle es un sitio divertido y bueno en el que estar. Si advertimos que hay algún miedo a algún ruido u objeto debemos trabajarlo más concretamente para que los supere y no los generalice a otros entornos similares. Y umentar el tiempo de las salidas según vaya estando más tranquilo y cómodo en la calle.

No saturar al perro en situaciones con aglomeraciones de gente ni de perros: Es facil que se pueda agobiar y puede llegar a convertirse en una fobia y nos costará más trabajo su tratamiento en un futuro. Debe observar todo desde un lugar seguro para él y donde pueda sentirse protegido.

El uso de correa larga es muy útil y necesaria: Para que el perro no se sienta acorralado y tenga espacio para moverse sin tensión, además debemos tener en cuenta que es posible que nunca haya llevado una correa. El uso de arnés es preferible al de collar, puesto que llevar algo al cuello puede ser muy agobiante si intenta huir, y puede potenciar que no le guste la calle. Debemos dedicar un tiempo en casa todos los días a ponerle el arnés y la correa sin sacarlo a la calle, es bueno que se acostumbre a su uso sin relacionarlo directamente con la salida a la calle.

En casa debemos darle entretenimiento mental: Para que esté más tranquilo y consiga liberar parte del estrés que esté acumulando por el cambio. Como entretenimiento mental tenemos juguetes interactivos, trabajo de búsqueda, huesos para roer…

En casa es importante que las interacciones sean tranquilas y relajadas: Sin chillidos, ni gesticulaciones ni movimientos rápidos. Debemos acostumbrarlo a nuestro contacto con caricias y premios durante cortos periodos de tiempo.

Evitar dejarlo solo en casa la primera semana: hasta que se acostumbre a su nuevo hogar. Una vez pasada esta etapa, hay que ir dejándolo solo por periodos cortos de tiempo. Y poco a poco ir aumentándolos.

Adoptar un perro es algo muy gratificante y positivo tanto para él como para nosotros, pero debemos empatizar con ellos y ver que les estamos cambiando, seguramente a mejor, su ambiente y esto necesita de toda nuestra paciencia y comprensión. Es importante no tener prisa y dejar que cada animal se adapte según lo requiera.

Si desde el principio notamos una falta de sociabilización muy importante es aconsejable acudir a un especialista en comportamiento animal. Consúltanos.

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